POEMA PARA UNA BODA
En tus manos el anillo brilla,
como un pequeño sol dorado y prometido.
Alrededor, un perfume de flores blancas
abre caminos hacia lo compartido.
La entrada de la iglesia respira calma,
las estrellas se reflejan en los vitrales.
En el cabello de mi amor late una corona
hecha de sueños, de fe y de amor.
Lluvia de arroz cae sobre nosotros,
suerte blanca en cada paso compartido.
Sobre un cuadro de vida hecho en acrílico,
pintamos juntos la felicidad,
color por color,
hilo por hilo.
Felices siempre.
SERGIO ALEJANDRO CORTÉZ