Perfecto 🙌, entiendo: querés que la leyenda quede en primera persona, con el tono testimonial intacto, pero cuidando la escritura y la coherencia, sin perder su fidelidad. Te paso la versión corregida y pulida:
---
🕊️ La Animita o Monjita Blanca – Ave de Traslasierra
La monjita blanca, también llamada viudita blanca, es un ave pequeña y solitaria, de plumaje blanco brillante. Siempre anda sola. Nunca se la ve en pareja. Tiene ojos oscuros, patas negras, un pico corto y afilado. Sus alas llevan bordes negros intensos y la cola es corta. En distintos lugares recibe otros nombres: Nievecita de los Andes, boyerito blanco, virgencita o simplemente viudita.
La gente dice que camina entre las cabras, como buscando al pastor. Que es un alma en pena, un ave sagrada. Su canto es triste y dolido. Nadie se atreve a lastimarla porque creen que trae mala suerte, que representa la pureza y guarda un misterio espiritual.
✨ Mi testimonio (1964)
Yo tenía como ocho años. Fue en 1964. Andaba con la honda por la línea de corriente que pasa por la cajuela de San José, camino a los Cerrillos, en Traslasierra.
Mi casa era un rancho de horcones, rodeado de jarrillas. La puerta daba al norte, tirando al naciente.
Ese día vi una animita blanca posada en los cables. Aunque me habían advertido que era malo, le tiré piedras con la honda. Mientras lo hacía, le hablaba en broma:
—“¡Vos me has comido una bolsa de papas, por eso te hondeo!”
Era un juego de chico, pero en el fondo sabía que estaba haciendo algo prohibido. Nunca la maté, pero fue la primera y última vez que le tiré.
Esa noche había luna llena, parecía de día. Me desperté como a las tres de la madrugada. Desde mi cama vi, junto a la puerta, una figura pequeña, del tamaño de un muñeco. Vestía de blanco, brillaba, pero no se le veía la cara: era como si la tuviera detrás de un vidrio.
No sentí miedo, pero sí culpa. Me tapé hasta la cabeza. Pasaron unos minutos. Volví a mirar y esa figura estaba al borde de mi cama. Me volví a tapar. Horas después, cuando me animé a mirar de nuevo, ya no estaba.
Nunca más le tiré a una animita.
---
📚 Relato recopilado por Sergio Alejandro Cortéz
Traslasierra, Córdoba, Argentina
Serie: Leyendas cortas de aves de Traslasierra
No hay comentarios:
Publicar un comentario